lunes, 19 de octubre de 2009

Desastres naturales, responsabilidades humanas


Que el invierno nos sorprenda con temperaturas que rondan los 30ºC durante el día, y pasada la noche amanezcamos con grados bajo cero, ya no es noticia. La amplitud térmica en los últimos tiempos se está haciendo más acentuada y esto es notable, ya que algunos días salimos emponchados con ropas de todo tipo, y otros no sabemos qué sacarnos para no sentirnos sofocados por el calor húmedo de la ciudad.
Sí, sí, “el tiempo está loco”, y se está volviendo un factor incontrolable para la humanidad. El alud en Tartagal, Salta, el pasado 9 de febrero; el tornado que azotó la localidad de San Pedro, Misiones, la noche del 7 de septiembre, y los tsunamis, terremotos y desastres naturales que suceden en todas partes del mundo, son claros ejemplos de las consecuencias del cambio climático que se está viviendo.
En Tartagal, las lluvias torrenciales generaron un alud de lodo que arrojó un saldo de tres muertos, más de mil evacuados, casas, puentes y vehículos arrasados. La deforestación indiscriminada en la zona habría sido una de las causas del desastre.
Por el lado de Misiones, en San Pedro, vientos de entre 150 y 200 kilómetros por hora provocaron la muerte de 11 personas (en su mayoría niños), más de 500 evacuados, viviendas destruidas, árboles caídos y obstrucción de caminos. Luego de la tragedia, se apilaron las denuncias de que la ayuda oficial prometida “quedó por el camino” (las mismas quejas se oyeron en Tartagal), al tiempo que los pobladores tenían que sacar agua de pozos contaminados.
Lo que nos queda, como simples habitantes de este planeta, es tomar conciencia de la crisis ambiental, que en buena parte nosotros generamos, y actuar en consecuencia. El porvenir de la Tierra está en nuestras manos, por eso, si nos unimos Gobiernos, industrias y poblaciones de todo el mundo y establecemos una gestión más responsable de los recursos, dejaremos una huella ecológica menos impactante y garantizaremos una mejora en nuestra calidad de vida y en la de las generaciones futuras.

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